Las comisuras de los labios de Lu Ming se curvaron en una sonrisa. Era una sonrisa burlona.
Finalmente supo lo que Jiang Taixu quería decir.
El significado de Jiang Taixu era claro. Ya estaba en el decimonoveno escalón. Si Lu Ming subía al vigésimo escalón, ¿dónde dejaría su cara?
Él mismo no podía pisarlo, sin embargo, quería ser altivo, tomar la delantera y no dejar que otros lo pisaran. Qué chiste.
¿Por qué debería Lu Ming preocuparse por tal persona?
—¡Si tienes la capacidad, entonces sube! —Lu Ming se burló e ignoró a Jiang Taixu. Se dio la vuelta y dio un paso adelante sin dudarlo.
¡BOOM!
Cuando Lu Ming pisó el segundo escalón, sintió como si todo el mundo le estuviera pesando encima. Su cuerpo no pudo evitar tambalearse y temblar ligeramente, como si fuera a caerse en cualquier momento.
En el cielo frente a él, Lu Ming vio una figura tan alta como el cielo que lo miraba desde arriba. La presión era aún más aterradora y poderosa.