—¿Quién diría que la próxima frase de Lu Ming casi la hace sufrir lesiones internas?
—¿Quién es Yao Tianyu? No es asunto mío que necesite la Piedra de Sangre Oscura, ¿pero la necesito yo? Te dejaré pasar en cuenta a que ambos provenimos de la secta de la espada mística —Lu Ming agitó sus manos e dijo impacientemente.
—¿Tú... cómo te atreves? El hermano mayor Yao Tianyu es un genio en la clasificación de bronce, el mejor entre todos los discípulos de bronce. ¿Estás cansado de vivir? —La joven gritó enojada, su rostro rojo.
—¡Está en el rango de bronce! ¡No es de extrañar que sea tan arrogante! —Lu Ming se quedó ligeramente atónito.