—Lu Ming soltó una mueca. Este practicante espiritual han Dao era realmente sinvergüenza.
—Anteriormente, cuando luchaba contra el Dragón de Inundación, para escapar, no le importaba la vida o muerte de los demás. Permitía que otros bloquearan al Dragón de Inundación por él mientras escapaba.
—De hecho, con la fuerza del practicante espiritual han Dao, no debería ser problema para él resistir al Dragón de Inundación un rato y retrasar hasta que el monstruo rojo y los demás llegaran. Sin embargo, él no haría eso. Preferiría que otros sacrificaran sus vidas para así él poder protegerse al máximo.
—Ahora, realmente quería hacer lo mismo otra vez. Quería que Lu Ming arriesgara su vida para matar al Dragón de Inundación. Después de matar a la reina dragón, le pediría a Xie nianqing atacar la base de la formación. ¿Acaso pensaba que los demás eran tontos?
—Si no aceptaba, lo amenazaría. ¿Y qué si estaba en el tercer nivel del océano espiritual?