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—¿Qué pasó hoy? Antes, el gerente Yan salía a recibirnos atentamente antes de que incluso aterrizáramos. ¿Por qué no hay nadie aquí hoy? —dijo Chen Zhao con el ceño fruncido.
—Luo Xin también frunció el ceño y su rostro cambió repentinamente —No es bueno, hay un problema. ¡Vamos a irnos rápido!
—¡Vamos, rápido, vámonos!
Claramente, algunas de las personas más experimentadas también habían pensado en algo y lo gritaron.
—Jajaja, es demasiado tarde para irse ahora. ¡Todos pueden quedarse!
Se escuchó una burla. Luego, el sonido del aire rasgándose podía ser escuchado. Figuras aparecieron desde todas las direcciones de la plaza. Había más de mil personas, paradas en el aire y rodeando a la caravana de la llama.
—¡Piratas, son Piratas!
Alguien exclamó.
Las caras de Luo Xin y los demás también se oscurecieron.
En el caótico Océano Astral, los Piratas son los más aterradores.
