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El joven estaba actualmente inmerso en la felicidad y no notaba su propia anormalidad en absoluto.
Los ojos de Yun Haitang parpadearon con una codicia loca. Esa serpiente venenosa seguía absorbiendo el fuego de energía mental del joven.
Las llamas de las tres lámparas de la mente del joven rápidamente se atenuaron, especialmente la llama de la tercera lámpara, que estaba a punto de extinguirse.
No era de extrañar que el joven hubiera dicho que su fuego mental se estaba debilitando y que su cultivación del fuego mental no estaba avanzando, sino retrocediendo en su lugar.
Él jugaba este juego con Yun Haitang todos los días, así que sería extraño si no se fuera.
Además, él no lo había notado en absoluto.
Yun Haitang estaba usando este método para cultivar su fuego de energía mental. Lu Ming sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.
