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Las personas alrededor una vez más se quedaron atónitas.
La batalla ni siquiera había comenzado, pero los Maestros del Salón ya habían comenzado a pelear por la hierba espiritual que Lu Ming había sacado. El precio era un aterrador 100000 cristales espirituales, lo que hizo temblar el alma de muchas personas.
100000 cristales espirituales de la más alta calidad. ¿Qué tipo de concepto era ese? Muchas personas no podrían ver tantos cristales espirituales en toda su vida.
El Maestro del Palacio del Trueno estaba al lado con la cara sombría. Él también quería ofertar, pero no podía decidirse a hacerlo.
Sin embargo, estaba muy ansioso por obtener la planta con forma de espada. Sin embargo, si Lu Ming se la vendía a uno de los Maestros del Salón, él no tendría esperanza.
—¡Señores! —En ese momento, Lu Ming de repente juntó sus puños ante los Maestros del Salón en el cielo y dijo con voz clara:
