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—Buzzzzzz! Buzzzzzz!
En un instante, Lu Ming, Huang Chixuan, Xuan Feng, Bu Feifan y Sun Chu estaban de pie en el vacío, confrontándose y deteniéndose por un momento.
Los demás seguían luchando.
—¿Huang Chixuan, te estás volviendo más audaz, eh? ¿Quieres recibir otra paliza? —Lu Ming miró a Huang Chixuan con desagrado.
—¡Niño, no seas tan arrogante! —dijo Huang Chixuan fríamente.
Condensó su Qi genuino para reemplazar sus dientes y evitar la incomodidad de un desliz en su discurso.
Al lado, Bu Feifan y Sun Chu miraron a Lu Ming con expresiones graves.
El estado miserable de Huang Chixuan, por supuesto, lo habían descubierto.
—¿Podría ser que fue golpeado por Lu Ming? —Si ese era el caso, tenían que reevaluar a Lu Ming.
