—Lu Ming, confío en que estarás bien. ¡Crearás un milagro y aplastarás a la familia Duanmu en el futuro! —dijo suavemente Mu Lan.
En cuanto a Feng Wu, miraba la figura de espaldas de Lu Ming con sentimientos encontrados. Este joven, que tenía aproximadamente su misma edad, se había unido a la secta de la espada mística y había participado en la evaluación junto con ella. Sin embargo, él había creado demasiados milagros.
En el pasado, tenía un sentimiento especial por Lu Ming. No obstante, suprimió ese sentimiento después de que Lu Ming irrumpiera con una luz deslumbrante.
Sabía que la brecha entre ellos era demasiado grande y que solo se haría más grande en el futuro.
—¡Hermano mayor Lu Ming! —Los puños de Pang Shi estaban apretados con fuerza y sus ojos se llenaron de lágrimas. Su cuerpo temblaba sin parar.