—Jajaja, buen regaño, buen regaño. ¡La cabeza de este viejo ya fue pateada por un burro! —Yan Lan se rió.
—Líder de la secta, lo has visto por ti mismo. Este chico no respeta a sus mayores. Es claro cuán bajo es su carácter. Si se le permite vivir en este mundo, será una calamidad. ¡Debemos matarlo hoy! —Duanmu Pojun le dijo al líder de la secta.
El líder de la secta de la Espada Mística frunció el ceño. Lu Ming era, sin lugar a dudas, un genio de primera. ¿Cómo iba a pedir matarlo? Sin embargo, si no los mataba, ¿cómo iba a responder ante la familia Duanmu?
—Líder de la secta, Lu Ming mató a treinta y cinco expertos del reino maestro, a quince expertos del reino Gran Maestro e incluso al anciano jefe del reino Gran Maestro de noveno grado. Estas personas eran todas élites de la secta de la Espada Mística y habían dado todo por la secta. Sin embargo, murieron a manos de un joven discípulo. Si no matamos a Lu Ming, me temo que nuestros corazones se enfriarán —dijo un anciano.
