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—Jajaja, ¡qué broma! Esta es la tierra ancestral de la tribu demoníaca del mar. ¡El método de cultivo del cuerpo del espíritu puro nos pertenece naturalmente!
El soberano del Dragón de la inundación se rió a carcajadas mientras miraba a Hai Yu con sus fríos ojos. Su poderoso aura lo había bloqueado completamente a Lu Ming.
Hai Yu hizo lo mismo. Liberó su aura y miró fijamente al soberano del Dragón de la inundación.
En sus ojos, su mayor enemigo era el otro. En cuanto a Lu Ming, aunque era poderoso, estaba solo. No lo tomaban en serio en absoluto.
—Lu Ming, ¿por qué no entregas el método de cultivo para el cuerpo del espíritu puro? ¡Apresúrate, entrégalo y olvidaré que golpeaste a mi hermano! —Hai Yu gritó fríamente. Estaba perdiendo la paciencia lentamente.
—Jeje, ¿realmente piensan que pueden derrotarme? —Lu Ming se burló.
