—Solo te lo preguntaré una vez, ¿están todos dispuestos a ser mis esclavos? —preguntó Nux.
—Haaah? ¿Crees que nos someteríamos a un bastardo como tú? —habló Vindan, el odio evidente en su rostro.
—¿Estás olvidando algo? Tu decisión decide el destino de tu amigo.
—Deja de usar mi nombre para amenazarlo. Aún no estoy tan débil.
Miliana, que había estado aturdida todo este tiempo, finalmente salió de su ensueño y miró fijamente a Nux. Nux se volvió hacia ella y luego, con una sonrisa en su rostro, caminó hacia ella.
—Realmente no parezco lo suficientemente intimidante en esta forma, ¿verdad?
Diciendo esas palabras, Nux extendió su mano hacia Miliana, Miliana recordó algunos recuerdos que no deseaba recordar, así que corrió hacia Nux, tratando de atacarlo con todo lo que tenía.
—Ghhwwwaaffhfkkkh!!