—¿Me estás echando? —Nux puso cara de puchero.
—Sí —respondió Skyla con una gran sonrisa en su rostro.
—Eres despiadada.
—Hehe~ Soy un demonio —Skyla se rió adorablemente.
—Tsk, solo espera pequeño demonio, me la pagarás —diciendo esas palabras, Nux salió de la habitación.
Por un momento, Skyla se quedó congelada, luego, se dio vuelta y echó un vistazo a sus hermanas:
—No sacrificaré mi turno por esto.
Las demás mujeres movieron la cabeza, evitando mirarla a los ojos. Al ver eso, Skyla entró en pánico:
—¡V-Vosotras! ¡En serio que no sacrificaré mi turno!
—No te preocupes tanto, ¿de verdad crees que Nux se vengará de ti? —preguntó Amaya.
—... —Skyla se quedó en silencio.
Él podría intentarlo, pero ella simplemente puede usar su encanto con él. No hay manera de que Nux pueda resistirse a la adorable ella, ¿verdad? Ninguna posibilidad.