—¿Entonces qué quieres hacer? —preguntó Arvina con el ceño fruncido.
—¿Por qué no aspirar más alto? ¿Por qué no me convierto en el Rey del Reino? —Nux sonrió. No, no era estúpido. Conocía los riesgos. Sabía muy bien que contarle sus metas a Arvina era muy arriesgado en este momento, sin embargo, Arvina era alguien que le había mostrado su carta del triunfo, le había hablado sobre la existencia de Astaria Skyfall y su relación con ella. Esta relación era una espada de doble filo, podría usarla contra personas más fuertes que ella y hacer las cosas a su manera, sin embargo, si esta noticia se filtrara, ella estaría en problemas ya que la gente iría tras ella y trataría de capturarla para tener ventaja sobre un Cultivador de la Etapa Emperador. Prácticamente estaba arriesgando su vida al contarle esto a Nux, sin embargo, aún así lo hizo. Por lo tanto, Nux decidió arriesgarse también.
—¿Qué dijiste? —Arvina entrecerró los ojos cuando escuchó las palabras de Nux.