—¿Eh? ¿Realmente me está vengando?
—¿Mis ojos me están jugando una mala pasada?
—No, no, no, de ninguna manera la maestra haría algo así.
—Espera... ¿acaso él la ofendió con sus palabras?
—Eso sí suena como algo que podría pasar, su lengua es venenosa de verdad.
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Candice mientras observaba a Arvina y Nux de pie frente a ella con espadas de madera en sus manos.
—Je, finalmente obtienes lo que te mereces, bastardo —Candice se reía por dentro.
En realidad, quería reírse en voz alta, sin embargo, si lo hacía, su maestra encontraría donde se estaba escondiendo y cambiaría de ubicación.
Ahora estaba segura de que su maestra era una persona tímida.
No la ayudaría frente a ella, sin embargo, se vengaría por su cuenta detrás de ella.
—Jeje~ Su maestra era increíble —Candice se reía por dentro y esperaba con ansias esta batalla.
—¿Comenzamos ahora? —preguntó Arvina.
—Sí, maestra —respondió Nux.