—No me extrañarás, entonces, ¿cuál es el punto de irme? Planeo pasar un mes y acercarme a ti, luego una vez que nos acerquemos, me iré. Así me extrañarás y luego te verás forzada a retractarte de tus palabras para poder verme. Ese es mi plan —murmuró Nux con una sonrisa malvada en su rostro.
—... —Amaya miró hacia él y parpadeó varias veces. No podía creer que él dijera algo así.
—Pffttt —al final, no pudo contenerse y se rió a carcajadas—. Sí, tenía razón, eres un casanova en quien no se puede confiar. Por tus palabras, ahora estoy segura, juegas con los sentimientos de mujeres inocentes...
—Te amo —de repente, Nux confesó.