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—Lady Natalia, bienvenida.
Un recepcionista se inclinó y la recibió con una gran sonrisa en su rostro.
La señorita a la que hablaba sonrió un poco y expresó.
—Necesito una habitación.
—Sí, Lady Natalia, su habitación habitual ya está preparada, aquí tiene la llave —el recepcionista respondió con una sonrisa y le entregó las llaves.
Uno de los dos sirvientes que seguían a Lady Natalia tomó las llaves y asintió al recepcionista.
El recepcionista asintió a su vez y Lady Natalia, junto a sus dos guardaespaldas, se alejó.
Un amigo del recepcionista observó todo con curiosidad y una vez que Lady Natalia se fue, se acercó a su amigo y preguntó.
—Oye, Adam, ¿por qué eres tan respetuoso con esa mujer? Te he visto tratar con otras personas antes, aparte de la cortesía básica, realmente no eres tan sumiso con nadie más, ¿es ella una noble de alto rango?