—El aroma de estas damas serpiente hechizó a Jake —. Podía sentir los pezones de Nyssa rozando contra su pecho.
Ella lentamente se quitó primero su túnica exterior, luego la camisa y los pantalones. Cada uno de sus movimientos era seductor, tentándolo a violar su cuerpo sensual.
Después de despojarlo de toda su ropa, ésta de repente desapareció. Nyssa notó que debía ser algún tipo de poder de su amo demonio. Los demás no vieron que sucediera.
—Hrmm...
Jake se sentó desnudo en el abrazo de sexys monstruos serpiente, que de vez en cuando siseaban mientras lo masajeaban.
Armonías bajas y prolongadas de música llenaban la cámara privada, y otras damas serpiente danzaban para atraerlo, según las instrucciones de su señora.