—Ahora saca tu lengua y lámelo —dijo él.
Amy asintió y lamió la punta de él. Jake le pellizcó las mejillas con su pulgar e índice. Insertó su glande y le dijo que apretara los labios.
—Así...
Se arrodilló mientras la chica comenzaba a lamer y besar su pene. Poniéndose a cuatro patas, esparció su saliva sobre él.
—Buena chica. Él pellizcó sus mejillas e insertó su pene otra vez. Esta vez, fue más profundo, estirando su boca.
Luego sujetó el tocado de las chicas que la mayoría de las monjas llevaban y movió lentamente sus caderas.
—Chupa.
—Mnnmm...
—Más. Mueve tu cabeza hacia adelante y hacia atrás.
La lujuriosa chica sintió que su coño goteaba otra vez al obedecer las órdenes de Jake, chupando su grueso pene.
—Mmmnnhh~ Mrrnnghh~ Mnnrrhh~
Cerró los ojos mientras Jake movía su cabeza y sus caderas al unísono, follandose su boca.