John apuntaba a una lucha larga y prolongada para maximizar sus ventajas, así que no solo unas pocas semanas, incluso unos pocos meses eran aceptables. La parte difícil no era la espera, era permanecer oculto, ya que su oponente era realmente, genuinamente hábil. Esta era quizás la pelea más difícil que había experimentado, por lo que la recompensa sería, sin duda, mucho más dulce.
Pero John no era el único encerrado en una dura batalla. Abajo en la tierra, el dominio de Marlo estaba bajo ataque. Aunque, hasta ahora, el ataque no había alcanzado el nivel que Rafael había predicho, las cosas se movían en la dirección que él había predicho. Sospechaba que el enemigo quería agotar toda su energía y recursos antes de entrar al remate, para prevenir el uso de cualquier carta oculta e inesperada.