El capullo dorado dentro del Espacio del Alma de Nial se disolvía lentamente.
Había pasado bastante tiempo desde que se había iniciado la evolución de Dorado y era el momento de que Nial y su Familiar dieran el siguiente paso.
Pero antes de eso, Dorado tenía que completar el último paso de su evolución: devorar los últimos restos del capullo dorado.
Dorado estaba absorbiendo incansablemente el capullo dorado para romperlo y hoy sería el día en que sucediera. Nial confiaba en la base y la fuerza de Dorado. Estaba seguro de que Dorado superaría la evolución sin problemas, y no podría estar más en lo cierto.
Dorado terminó la evolución en menos de dos meses, evolucionando de una ordinaria Serpiente Dorada a un Dragón Diluviano Golmmian de Divaro.
El nombre podría sonar un poco extraño y era mucho más fácil considerar a Dorado como un Dragón Diluviano con escamas de adamantio doradas.