Aunque Nial no estaba demasiado seguro de cómo podría escapar de este sueño o ilusión —lo que fuera—, dedujo algunas cosas.
No despertó como un bebé al azar con una madre preocupada y un Dragón Miniatura volando libremente. Nial despertó en su propio cuerpo, de hace más de un siglo, días después de haber nacido.
Todavía estaba en posesión de sus propios ojos, capaz de ver, su familia seguía viva, y también su raza entera.
¡Nial seguía siendo un Lacardiano y el Príncipe Real del Vacío Empíreo Lacardiano!
—Este cuerpo nació hace solo unos días pero ya puedo percibir el mana circundante. Perdí el Corazón de la Gula y todo mi poder, así que ni siquiera puedo intentar contactar a los demás. Es casi como si mi cuerpo hubiera sido limpiado. Pero, ¿no vendrá pronto el Defensor del Pryard?