Sin emitir un solo sonido, Nial intentaba oír y oler si había peligros inmediatos a su alrededor.
Al mismo tiempo, usaba las pocas partículas de maná dentro de su cuerpo para averiguar más sobre su entorno.
Bajo circunstancias normales, no sería capaz de percibir mucho incluso con la habilidad [Percepción de Maná(Pobrísima)] constantemente activada.
Sin embargo, lo que Nial no sabía era que la semilla Odisea potenciaría aún más la habilidad a la que estaba vinculada, haciéndola más potente.
Esto fue extremadamente útil y le proporcionó a Nial el impulso necesario para permitirle percibir todo en un radio de poco más de un metro.
No era mucho, por ningún motivo, pero tras añadir sus otros sentidos a la mezcla, solo necesitaba visualizar lo que estaba inmediatamente a su alrededor.
Por eso, podía 'ver' los arbustos de hierba que había pisado.
Todo era visualizado en su mente, momentos después de que su maná lo barría.
Así que, para Nial, el maná funcionaba como una herramienta para escanear su entorno y transmitir la información a su mente, donde la información sería rápidamente digerida y utilizada.
Gracias a esto, Nial no sentía que su ceguera fuera un impedimento mayor.
Al final, esto era solo una mentira que se decía a sí mismo para sentirse aún mejor acerca de su habilidad.
Después de todo, una vista limitada a un radio de un metro en comparación con decenas, si no cientos de metros hacía una diferencia devastadora.
¡Incluso una sola flecha disparada desde la distancia sería suficiente para matar a Nial después de todo!
Sin embargo, Nial sabía esto muy bien, y ya estaba pensando en una manera de contrarrestar tales escenarios aparentemente normales que podrían ocurrir en cualquier momento.
Era común encontrarse con bestias de mazmorras que tenían la capacidad de atacar a larga distancia, y Nial sin duda moriría si no tenía contramedidas para desviar o enfrentar tales ataques.
Con eso en mente, no pudo evitar sentirse aliviado de que las babosas fuesen bestias relativamente inofensivas de las que no tenía que temer.
Dado el suficiente tiempo, y las babosas como oponentes, Nial primero quería mejorar su manejo de la lanza, la utilización de la habilidad [Percepción de Maná].
Pero más que eso tenía que prestar especial atención a su control sobre el maná, que había mejorado drásticamente.
Nial aún no había evaluado el potencial de su vena de maná y su núcleo de maná, y mucho menos registrado su despertar en la asociación de los Originales.
Pero eso podía esperar por ahora.
Primero, quería poder entender los cambios en su ser completo, incluyendo su físico, y lo más importante, ¡su comportamiento!
Después de eso, se enfrentaría al gobierno, sabiendo que realmente no les importaría, incluso después de su despertar.
Los Originales incapacitados eran vistos en su mayoría como bienes destruidos y no deseados, después de todo...
Empuñando la lanza rudamente forjada, Nial intentaba distraerse, evitando que la ansiedad y otras emociones negativas influyeran en su mente.
Silenciosamente, se deslizaba dentro de la cueva, dando pequeños pasos, mientras tenía sus oídos atentos para no perderse ni el más leve ruido.
Al mismo tiempo, su agudo sentido del olfato le señalaba dónde encontraría algo.
Las bestias tenían su propio olor único que generalmente le facilitaba las cosas.
Sin embargo, tuvo la mala suerte de que no era exactamente fácil encontrar babosas sin rastro en una cueva llena de humedad.
A pesar de eso, Nial rápidamente encontró su primer objetivo que se le acercaba lentamente, haciendo ruidos extraños y viscosos.
Clavando la lanza rudimentaria, penetró la capa externa de la babosa similar a la gelatina líquida sin mucha resistencia.
Sin embargo, Nial se dio cuenta solo un momento después de que había fallado el núcleo. Pero, había logrado herirla gravemente.
Por eso tuvo que retirar la lanza antes de dar un pequeño paso adelante.
Plantando sus pies firmemente en el suelo, apuntó al núcleo y empujó la lanza hacia adelante una vez más.
Esta vez, alcanzó el núcleo de la babosa, y la punta afilada de la lanza lo penetró sin problema alguno, terminando con la vida de la bestia.
Lo único que escuchó fue un chasquido mientras el cuerpo de la babosa se desmoronaba.
Aunque no hubiera sangre salpicando alrededor, ni gritos dolorosos rebotando en las paredes de la cueva, no se podía negar el hecho de que acababa de terminar con una vida.
Como tal, debería sentir remordimiento, culpa, o al menos un poco triste por matar a un ser inocente.
Y sin embargo, a pesar de ser la primera vez y un novato, Nial no sentía nada, lo que solo podía describirse como anormal.
Pero sin prestarle demasiada atención, simplemente continuó caminando hacia adelante.
A través de la habilidad [Percepción de Mana], muchos de sus problemas iniciales habían perdido su significado.
No era perfecto, por ningún medio, y aún necesitaba trabajo y pulido.
Pero, como ya se encontraba en un territorio desconocido y peligroso, debía aprovechar esta oportunidad.
Serviría como un tutorial en vivo para él para entrenar su habilidad de combate, y mejorar su experiencia de combate, manejo de la lanza, control de mana y su percepción.
Los peligros de la mazmorra no eran mortales porque incluso las babosas mutadas no serían mucho más fuertes que las dos que ya había encontrado.
Por lo tanto, Nial pudo desafiarse a sí mismo luchando contra varias babosas a la vez.
Al mismo tiempo, se mantuvo enfocado en las cosas restantes que tenían que ser mejoradas.
'¡Por favor, que sea una mazmorra grande!—pensaba, esperando encontrar cientos de babosas en las próximas horas.
El dinero era una necesidad y lo mínimo que todos requerían en la era moderna, y Nial estaba desesperado por ganarlo, más por su hermana que por él mismo.
Con su hermana enferma en mente, agarró firmemente el mango de la lanza después de secar su palma sudorosa en su camisa. Una determinación brillaba en sus ojos mientras avanzaba hacia el próximo lote de babosas que escuchó adelante.
Un lote de siete babosas estaba frente a él.
Al percibir todas ellas a través de su percepción de mana, Nial fue capaz de calcular su posición, la velocidad de su avance y el camino que probablemente tomarían.
Su mente procesaba todo a un ritmo rápido.
Era lo suficientemente rápido como para que Nial tuviera un dolor de cabeza y se sintiera mareado, pero agitó su cabeza una vez y apuntó a las babosas, clavando la lanza en sus cuerpos llenos de mucosidad.
Al escuchar el familiar sonido de la lanza perforando sus cuerpos viscosos, sacó su arma improvisada antes de apuñalarlos una y otra vez.
Mientras se entrenaba en su patio trasero durante años, Nial había trabajado en mejorar sus ataques usando un simple, pero pesado y largo tubo de metal para entrenar.
Después de todo, no tenían el dinero para proporcionarle un arma adecuada.
Usar la lanza rudimentaria después de cumplir los 18 años fue diferente. Pero incluso entonces, la diferencia no fue suficiente para hacerlo fallar cada ataque.
Muchas cosas habían cambiado ahora una vez que era capaz de percibir el mana. El cambio más grande fue probablemente la vasta cantidad de información que recibió.
Como todavía estaba aprendiendo a usar el mana de manera eficiente, su mente no podía procesar atacar mientras digería simultáneamente la afluencia de información que recibía.
Sin embargo, lo que asombró a Nial fue el hecho de que la semilla Odisea ni siquiera se inmutó. Simplemente permaneció como estaba, inmóvil y estacionaria.
Después de que la habilidad [Percepción de Mana(Pobrísima)] fue vinculada a ella, la semilla se quedó completamente silenciosa.
Sin embargo, eso no era realmente algo de lo que Nial se quejara.
¡Un único paso en falso le costaría la vida!
Esa también era la razón por la que sus padres le habían dicho que no fuera en busca de mazmorras, incluso después del despertar de su origen.
Sus padres estaban demasiado preocupados de que algo le sucediera, y Nial podía entender su preocupación.
Desde un punto de vista racional, ni siquiera debería entrar en la mazmorra de limo porque podría encontrarse accidentalmente con una Babosa Grande.
¡Este tipo de bestia era probablemente el monstruo Jefe de la mazmorra de cavernas en la que había entrado!
Toda mazmorra tenía un jefe, y lo que los hacía especiales eran las recompensas que uno recibiría al matarlos.
La posibilidad de que el jefe de una mazmorra soltara un cristal de origen era del 100%. Eso significaba que si mataba a un monstruo jefe, definitivamente recibiría un cristal de origen.
Lo que lo emocionaba más era el hecho de que era probable que no soltara uno, ¡sino varios cristales de origen a la vez! Este pensamiento hizo que un leve rastro de codicia centelleara en sus ojos.
Aparte de eso, la bestia jefe de la mazmorra también era más propensa a soltar cristales únicos como los cristales de habilidad.
A pesar de eso, Nial no podía dejarse llevar. Había una razón obvia por la que los monstruos jefes soltaban más recompensas, ¡su enorme fuerza!
Normalmente, la fuerza de un monstruo Jefe era entre cinco y diez veces mayor que la fuerza promedio de las bestias dentro de la mazmorra.
Por lo tanto, Nial no quería encontrarse con un jefe antes de aumentar un poco más su habilidad de combate.
Puede que no fuera mucho más débil en términos de fuerza física, pero su control sobre el mana era con toda seguridad más débil que el de la Babosa Jefe.
En el peor de los casos, la bestia podría incluso ser más rápida, y devorarlo, como si fuera un tallo de hierba.
Eso no era algo que nadie quisiera encontrar.
Mientras pensaba en los posibles escenarios, Nial acabó con el lote de siete babosas.
Había sido mucho más fácil de lo esperado, y una sonrisa brillante apareció en su rostro mientras la última babosa que mató se convirtió en un cristal de origen.
Al recogerlo, sintió el mana concentrado girando en su interior.
A través de esta sensación, la mano de Nial comenzó a pulsar mientras sus venas se desesperaban por devorarlo.
Tenía ansias de absorberlo para fortalecer su cuerpo, mente y recipiente.
Agotarlo de su mana lo dejaría como una cáscara vacía. Lamentablemente, esto haría que el cristal se vaciara, lo volviera inútil y sin valor, lo que no era lo que él quería.
Para volverse más fuerte, uno tenía que absorber y anexar mana.
Para lograr esto, había dos maneras.
Uno podría absorber mana directamente de las mazmorras o hacer lo mismo con el uso de cristales de origen que tenían el mana más comprimido y puro de la misma calidad y rango.
Un cristal de origen era decenas de veces mejor que absorber el mana del entorno, pero al mismo tiempo, era aterradoramente caro.
También había maneras de mejorar la velocidad de absorción de mana, lo cual aceleraría aún más la velocidad a la que uno se haría más fuerte, utilizando cualquiera de los dos métodos.
A pesar de eso, Nial no sería capaz de hacer uso de ninguno de estos métodos porque requerían aún más riqueza, conexiones y talento.
Simplemente comprar cristales de origen no necesariamente haría a alguien más fuerte si no tenían la tenacidad para hacerlo.
Guardando el cristal de origen que era de la peor calidad, Nial continuó caminando por la cueva que estaba permeada con corrientes de mana tenues.
Cuanto más avanzaba, más babosas encontraba y más densas se volvían las corrientes de mana en su entorno.
A través de esto, la cantidad de mana que sus venas de maná absorbían pasivamente aumentó, lo que indicaba que tenían un potencial mucho mayor de lo que Nial pensaba.
Al mismo tiempo, el mana extremadamente rico y denso a su alrededor le permitió percibir más de su entorno. También era cómo pudo visualizar el número masivo de babosas frente a él.
—¡Eso tiene que ser una broma! —exclamó Nial al ver la multitud delante de él.