—Susurro, ¿Ren me ama?
La multitud jadeó, algunos animándose con emoción mientras Evie permanecía inexpresiva.
—¿Qué me darás a cambio? —preguntó Susurro con una sonrisa pícara.
Elena se inclinó y le susurró algo al oído a Susurro, sus ojos brillando de deleite.
—Ejem. Muy bien. La respuesta es... —hizo una pausa Susurro, alargando sus palabras para crear suspense.
Todo el mundo esperaba ansiosamente la respuesta, sintiendo como si sus vidas dependieran de ello.
Incluso Evie no pudo evitar prestar atención a la conversación, curiosa por la respuesta.
Se sorprendió incluso cuando se encontró deseando que la respuesta fuera sí.
No podía soportar la idea de ver a Elena desanimada si Susurro decía que no.
Después de todo, a lo largo de su viaje, Elena había demostrado ser una mujer excepcional. Evie había sido testigo de su dedicación inquebrantable a la causa de Ren.
También habían formado un profundo lazo de amistad, compartiendo risas y victorias.