Mientras los cabragos maniobraban hábilmente a través de la extensión helada de la espalda del Titán de Hielo, Ren y sus compañeros se aferraban fuertemente a sus monturas, sus corazones latiendo con una mezcla de adrenalina y aprensión.
Esta era la primera experiencia de Ren en tal combate, y no era una empresa que estuviera ansioso por repetir.
Cada paso era una danza precaria en el filo del peligro, con el cuerpo cambiante del Titán amenazando con desequilibrarlos en cualquier momento.
Desira y Vivi iban montadas en Crabby y su cabrago, y lideraban la carga hacia la cima. Urgían a su montura hacia adelante, los ojos fijos en la aguja de hielo que se alzaba sobre ellos.
Pero justo cuando estaban cerca de su objetivo, un cambio repentino en el cuerpo del Titán causó una cascada de rocas de hielo que rodaban hacia ellos.
Los reflejos de Desira se dispararon mientras instintivamente usaba a Vivi como un escudo improvisado contra la lluvia de proyectiles.