El repentino alto de Potato envió una onda de inquietud a través del grupo, haciendo que Ren hiciera eco del sentimiento.
—¿Qué pasa, por qué nos detenemos? —preguntó.
La frustración de Desira era palpable mientras expresaba su queja.
—¿Ya llegamos? —gruñó impaciente.
Azazel intervino con su tono despreocupado.
—Todavía no es la cima —les recordó.
La aguda observación de Iraelyn añadió a la creciente tensión.
—Probablemente estamos en una pausa para ir al baño —sugirió, su tono serio.
Malifira, sin embargo, tenía una explicación diferente. Señaló hacia arriba y dirigió la atención de todos al cielo.
—Eso no es. Miren allá arriba —dijo.
Al seguir la indicación de Malifira, contemplaron una vista fascinante: pequeñas criaturas similares a arañas descendiendo de los picos superiores. Sus cuerpos cristalinos brillaban bajo la luz del sol, proyectando un resplandor surrealista contra el paisaje helado.