—Así es. Sin embargo, necesitamos la fuerza bruta de Iraelyn para eso.
Desira rodó los ojos con frustración. —Genial. El demonio que necesitamos no está aquí.
—Siempre podemos esperar a que ella suba —sugirió Elena, tratando de mantener el optimismo.
En ese momento, Evie tiró de la manga de Ren.
—¿Qué sucede? —Ren preguntó mientras Evie parecía estar buscando a su alrededor.
—No veo a Pamela —dijo Evie con un dejo de preocupación.
Fue solo entonces cuando el grupo se dio cuenta de que Pamela no estaba.
—¿Qué diablos? —gruñó Desira—. ¿Desde cuándo esa pícara nos dejó plantados?
Vivi frunció el ceño pensativo. —Recuerdo que Iraelyn la lanzó antes. ¿Crees que no llegó a la cima y cayó en su lugar?
—Eso no está bien —Elena negó con la cabeza, su mirada fija en un montón de nieve distante—. La vi caer de cabeza en ese montón de nieve.