Azazel escrutó a Pamela con una expresión seria, haciendo que ella se moviera incómoda bajo su mirada.
—Oye, si realmente eres una Diosa, entonces realiza un milagro ahora mismo —Azazel desafió con una sonrisa, cruzándose de brazos expectante.
Pamela dudó, insegura de cómo responder. —Ehm . . . mis poderes no funcionan de esa manera —admitió con renuencia.
Azazel inclinó su cabeza hacia un lado, claramente perplejo. —¿Entonces cómo funcionan?
—Simplemente sucede . . . naturalmente —respondió Pamela honestamente, su voz apenas más que un susurro.
—¿Eh? —La confusión de Azazel era evidente mientras intentaba entender la explicación de Pamela.
—Sus poderes son como los de Letargia entonces —exclamó Vivi.
Desira avanzó, su sospecha evidente en su tono. —Entonces simplemente realiza alguna magia única para nosotros. Muéstranos qué puede hacer una diosa.