Mientras el campo de batalla se sumía en una calma incómoda, el grupo soltó un suspiro colectivo de alivio.
En medio de la pausa, Ren se sintió atraído hacia la forma inmóvil de Iraelyn, que yacía inconsciente cerca.
El peso de la reciente batalla pesaba sobre todos, y este momento de respiro permitía una recuperación muy necesaria.
La mirada de Ren se detuvo en la Oni dormida, cuya imponente presencia se suavizaba en el tranquilo receso.
Iraelyn era una figura imponente incluso en reposo, con el tamaño y la estatura de un guerrero Oni. Su piel oscura hablaba de la raza Oni, marcada por las cicatrices de innumerables batallas y victorias. Los cuernos en su frente, una característica distintiva, añadían un aire de misticismo a su forma dormida.