—Oye, ¿dónde está Azazel? —preguntó Elena, y se dieron cuenta de que Azazel no estaba por ningún lado.
—¿Dónde está el Señor Azazel? —Vivi también estaba igual de desconcertada.
—¿¡Señor Azazel?! —Desira gritó, con la voz llena de preocupación.
—¿Y ahora qué? —Lorelai escupió.
—Allí está... —Evie señaló hacia una figura giratoria que saltaba y volaba entre las rocas, apuntando al general enemigo.
Infernal estaba ocupado con Iraelyn y no notó otra variable acercándose. Con un poderoso puñetazo que conectó con su mandíbula, fue enviado volando por los aires antes de estrellarse contra las rocas.
Azazel soltó un rugido agudo mientras venas furiosas brotaban en su cara. —¡NO LASTIMEN A MIS AMIGOS!
Su grito resonó a través del campo de batalla, un sonido discordante que alcanzó cada rincón, causando una pausa momentánea en la intensa batalla.
La entrada inesperada de una nueva figura dejó a todos en silencio estupefacto.