—Azazel tomó una profunda respiración y, con una cara y voz serias, declaró: «¡Desira, yo también te amo!».
Desira tosió su lengua, su alma parecía abandonar su cuerpo sobrecalentado en respuesta a la declaración de Azazel.
El dolor que todos habían sentido momentos antes se disipó, y la cárcel empezó a desintegrarse lentamente en partículas.
—¡Bien hecho, señor Azazel! —Vivi estaba eufórica con el giro de los acontecimientos y no pudo evitar celebrar en voz alta.
—Así que después de todo puedes decir las palabras correctas —Ren asintió en aprobación.
—Evie levantó el pulgar.
—Lorelai rodó los ojos y emitió un quejido audible por lo que estaba presenciando.
—Parece que finalmente todo ha terminado —Elena se sintió aliviada de que finalmente hubieran escapado de la cárcel y comentó.
Parecía que las palabras de amor tenían el poder de curar un corazón roto y disipar la ira de Desira. Finalmente, las cosas se veían bien.