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—Por cierto, espero que el padre de Liam se haya recuperado y haya vuelto con su familia —dijo Elena.
Todas las miradas se volvieron hacia Desira, quien aún se aferraba fuertemente a Azazel como si no quisiera dejarlo ir.
Al sentir el escrutinio, Desira respondió a su pregunta no formulada con un simple, —Sí. Ya debería estar de vuelta a la normalidad. Todos ellos deberían estarlo. He quemado todos los contratos que tenían conmigo, y los encantamientos que tenía sobre ellos han quedado anulados.
—Eso es bueno escuchar —intervino Lorelai—. Ahora no tengo que recurrir a la violencia —ella agregó para sí misma.
—Aunque Desira es el Señor de la lujuria y el deseo, su verdadero trabajo es asegurar que los diablos y demonios no puedan ser consumidos por sus lujurias. De manera similar, a los demonios y diablos sin motivaciones y deseos se les da propósito a través de sus pociones y poderes —explicó Vivi.
—¿Entonces, su papel es algo importante aquí? —preguntó Elena.
