—¿¡Qué demonios acaba de pasar?! —exclamó Elena, aún luchando por creer lo que había presenciado—. ¿Cómo en los tres dioses elfos hiciste un oasis con tu vómito?
—Jeje. ¿Sorprendida? —dijo Azazel con orgullo, extendiendo su pecho mientras acariciaba la cabeza de Vivi—. Vivi aquí tiene un talento oculto para convertir cualquier cosa que come en esencia mágica que puede dar vida a ciertas cosas.
Vivi asintió con orgullo. —Así es. Con todos los recursos que he consumido a lo largo de los años, puedo transformar estas tierras áridas en un bosque próspero en poco tiempo.
—¿Y quién crees que causó que estas tierras sean áridas en primer lugar? —preguntó Lorelai con ojos vacíos.
Vivi forzó una risa y se explicó, —Normalmente quería acumular más esencia mágica para crear Obsidian X, pero... sé que no podría replicar el original, y lo que creaba solo se convertiría en un muñeco, pero... realmente quería tenerlo aquí conmigo.