[Historia Paralela]
[Isolde y Leonel]
Leonel apretó el escudo firmemente con su mano enguantada mientras la llamarada parecía explotar dentro de la habitación.
El tiempo pareció ralentizarse mientras se volvían invulnerables al desastre inminente que el Guiverno de Arena Rosa desataba.
El ataque del Jefe Oculto estalló con fuerza cataclísmica. La llamarada ardiente se retorcía como un tornado letal, y arrasó el campo de batalla, devorando todo en su camino.
Hechizos, armas y jugadores tanto de la Alianza del Destino como de la Gran Dinastía quedaron atrapados en el maelstrom devastador, sus avatares arrojados alrededor como muñecos de trapo y derretidos como mantequilla.
No esperaban en absoluto ese ataque del Guiverno de Arena Rosa y fueron sorprendidos desprevenidos. No había por dónde escapar mientras la llamarada ardiente devoraba cada rincón de la habitación.