—¿Qué están haciendo?
—¿Por qué no nos persiguen?
—¿También ellos están esperando?
—¿No me digas que tienen más trucos bajo la manga?
—¿Qué está pasando allá? —preguntó Invayne a uno de sus miembros.
—Parece que están esperando algo —respondió el miembro.
Invayne entrecerró los ojos hacia Sumeri. —¿Qué está haciendo? ¿Está leyendo algo en su mano?
Al escuchar la voz de Invayne, un miembro del León Negro avistó a la mujer de cabellos rojos encendidos parada detrás de Ragnar y Nikolai.
Luego, su voz tembló con urgencia. —Esto no es bueno. ¡Parece que está leyendo un pergamino!
—¿Un pergamino? —preguntó Invayne.
—Pergaminos mágicos que toman tiempo en lanzarse, pero tienen efectos devastadores.
—¿No tenemos de esos también? —preguntó Invayne, abriendo los ojos sorprendida.
Los jugadores se miraron entre sí, con expresiones de realización. Ellos tenían pergaminos similares, pero no se había dado la orden de usarlos.