Dentro de las puertas abiertas, Ren y los demás se sorprendieron al ver a la Princesa Elaine, la hermana de Elena, esperándolos. Se parecía mucho a Elena pero parecía más reservada y tímida.
—¡E-Elaine! —exclamó Elena, corriendo hacia el abrazo de su hermana y sujetándola fuertemente. En ese simple abrazo, Elena intentaba compensar los años perdidos entre ellas.
—¡Pensé que te habían capturado o algo peor! ¡Estoy tan aliviada de que estés a salvo!
Elaine cerró los ojos y correspondió al abrazo, su voz suave y apologetica. —Lo siento por hacerte preocupar. El asunto era urgente y delicado, tuve que ser cautelosa con cada paso que daba.
Elena sostuvo a su hermana con igual fervor. Su voz ahogada por la emoción. —Eres una idiota. Debió haber sido duro. Deberías habérmelo dicho, y podríamos haberlo enfrentado juntas. No tenías que cargar con esta carga sola.