A pesar de los valientes esfuerzos de Mike, se hizo cada vez más evidente que estaba superado. La fuerza y agilidad dobladas de Lira, combinadas con su habilidad natural como elfo cazador, resultaron ser demasiado para él.
Ella desvió sus ataques sin esfuerzo y contraatacó rápidamente con golpes precisos y ágiles que alcanzaron su objetivo.
Roz permaneció tranquilo y compuesto, su mirada fija en Mike. —Ríndete. Perdonaré tu vida si te disculpas.
Las palabras de Roz tenían una sinceridad y firmeza difíciles de ignorar. A pesar del maltrato que había soportado por parte de Mike y el León Negro, todo lo que deseaba era una simple disculpa por sus acciones.