Elena y Ren se movían rápidamente y con cautela a través del Reino Fey, conscientes de que los guardias de Russet podrían estar siguiéndolos. Se mantenían en las sombras e intentaban mimetizarse con los demás Fey que se movían a su alrededor. Mientras caminaban, buscaban cualquier señal de peligro y escuchaban atentamente cualquier sonido que pudiera alertarlos de la presencia de sus perseguidores.
Avanzaban rápidamente, sin atreverse a detenerse demasiado tiempo en un solo lugar, siempre atentos a cualquier posible ruta de escape o escondrijos. El paisaje a su alrededor estaba en constante cambio, lo que dificultaba mantener sus referencias.
A medida que viajaban, se encontraron con algunos Fey amistosos que les ofrecieron algo de asistencia y consejos sobre cómo llegar al territorio de la Reina Blanca. Elena usaba su magia a su favor, creando ilusiones y distracciones para despistar a sus perseguidores.