—¿Un dragón? —Ren estaba perplejo, y miró hacia la Princesa—. ¿Hay dragones aquí?
Elena se encogió de hombros:
— ¿Quién sabe? ¿Tal vez?
Ren aún no se movía y continuaba escuchando la conversación. Parecía que Alianza del Destino había cambiado el destino al León Negro y habían matado a un dragón, aparentemente.
—¿Sabes cuánta EXP y gil obtendremos al final del día si nos pegamos a ellos? —preguntó Dimitri; su sonrisa estaba llena de seguridad.
—Suficiente como para catapultar nuestro ATP a trescientos —terminó Hugo.
Así que León Negro incluso había acogido temporalmente a numerosos gremios en sus filas, observó Ren. Y tenía que preguntarse cuál era el precio. Quizás objetos y ser un perro para León Negro. Estaba seguro de ello.
—Si yo fuera tú, me uniría a León Negro también —dijo Rayna con pasión—. Le haría bien a tu gremio.
—¿Y ser qué? ¿Perros para ellos? No lo creo —escupió Lucía con veneno.
Silvia les dio una larga y escalofriante mirada: