—¿De qué se trata todo este alboroto? —Elena salió del pabellón, somnolienta y bostezando. Cuando apartó las cortinas que servían como único divisor entre la habitación de invitados y el exterior, Ren vio cómo cambiaban las expresiones de Josh y los demás.
Elena llevaba un delicado pijama de seda brillante con detalles intrincados de encaje, que fluía graciosamente alrededor de su figura conforme se movía. La prenda era de un suave tono lavanda, que complementaba su pálida tez élfica y su radiante cabello rubio plateado.
Los demás presentes quedaron momentáneamente atónitos por su belleza. Sus etéreas facciones eran impactantes, con delicadas orejas puntiagudas y unos ojos brillantes y centelleantes que parecían brillar como estrellas. Sus labios eran llenos y rosados, y su piel suave e impecable, como alabastro.