Ren frunció el ceño. «¿Te refieres a... mi [Monóculo de un Inventor]?»
Era el regalo de Huberto para él cuando rescató al Gnomo. Solo tenía uno de esos y dudaba que Huberto le diera más. Esa cosa ni siquiera estaba disponible en el mercado todavía.
Ren tomó una respiración profunda y evaluó sus opciones. Ahora mismo, el artilugio era inútil para él, pero en el futuro podría necesitarlo, y Huberto podría no vender esos.
En su inventario, al lado de su equipo, el [Monóculo de un Inventor] era una de sus posesiones más preciadas. Pero viendo que no tenía otra opción en este momento, Ren aceptó el trato.
Era mejor que Pii.
La sonrisa de Viscendra era dulce mientras aceptaba el pago.