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—Desearía tener ese tipo de poder para poder dominar el juego —dijo Ren.
—... —A un lado, Evie permaneció en silencio, estudiando la expresión de Ren mientras seguía respondiendo las mismas preguntas una y otra vez como una radio rota. Y solo repetía la misma línea una y otra vez, y ni siquiera estaba cansado de hacerlo.
De hecho, había una sonrisa en sus labios y picardía en sus ojos.
Ahora, Evie ni siquiera estaba segura de querer hacer sus preguntas más tarde. Sentía que Ren no le daría una respuesta directa. Y eso era comprensible si realmente era responsable de lo sucedido hace un rato.
Eventualmente, los otros jugadores dejaron a Ren en paz porque sintieron que solo estaban perdiendo el tiempo con él. Podían usar ese tiempo para buscar a la bestia e investigar qué fue lo que realmente ocurrió de boca de otros.
