Después de su breve reunión con Sumeri, Ren fue al aeropuerto a buscar a sus padres. Este era el día en que les daría la sorpresa y les contaría sobre sus planes de convertirse en jugador de videojuegos para ganar dinero. Y si tenía suficiente suerte, podría convencerlos de olvidarse de su trabajo y mudarse con él en su lugar.
Lo que había conseguido en el juego y lo que obtendría en el futuro era suficiente para que vivieran cómodamente hasta que envejecieran.
Ren se deslizó entre la multitud del vestíbulo y se dirigió a la puerta por donde saldrían sus padres. Después de unos treinta minutos, los vio con una pequeña bolsa en sus manos mientras movían la mirada buscándolo.
Ren se quedó congelado en su lugar cuando notó que sus padres estaban más delgados que la última vez que los vio. Las arrugas en sus rostros parecían aumentar cada vez que los miraba y la joroba en su espalda parecía haber empeorado.
