Roberto fue hacia su grupo, hirviendo de ira, antes de estampar sus pies contra la roca. Dio un alarido cuando un cosquilleo vibró desde la punta de sus dedos y viajó hasta el final de sus huesos.
—¡Mierda! ¡Madre mierda! ¡Pendejo! ¡Mierda!
Trixie se cubrió la cara y negó con la cabeza avergonzada de cómo estaba actuando su novio, mientras los otros miembros se estremecían al ver a su líder.
¿Dónde estaba la compostura de la que siempre hablaba?
Mientras tanto, los jugadores que lo veían todo se reían y le señalaban con el dedo.
—¡Todos!
La atención de todos los jugadores se centró en Scar cuando habló. Su voz era enigmática, mientras que su rostro era carismático. ¿Qué más podías pedir de un líder?
—¿Os parece bien si mi grupo y yo entramos primero? —dijo Scar, yendo directo al grano. Ahora que su unidad principal de ataque tenía todos los PV y PM al máximo, no había necesidad de esperar más.
Era el momento de conseguir esa primerasangre.