—¿Todas las cuevas son oscuras como esta? —preguntó Nikolai después de resbalar y darle al suelo rocoso un gran abrazo con su cara.
Ren sonrió y lo ayudó a levantar. Había muchas mazmorras panorámicas en COVENANT. Solo ocurría que esta no era una de ellas.
—No te desanimes. Esta es solo tu primera mazmorra —dijo Ren.
Nikolai se palmeó la ropa. —No lo estoy. Simplemente no esperaba que fuera tan real. Es algo genial.
—¿Por qué no hay luz? —se quejó Rosie y tocó el hombro de Lucía. —Eres una maga de fuego. ¿Puedes iluminar nuestro camino? —ella bromeó.
Lucía le golpeó las manos y gruñó, —No me conviertas en tu lámpara personal. Y no me hagas desperdiciar maná en algo tan estúpido.
—No creo que sea estúpido. Nos ayuda a ver en la oscuridad.
—Señoras —intervino Silvia—, solo estamos en la entrada. Debería haber luz más adelante.
—¿Cómo sabes eso? —preguntó Alecia.
