—¿Roberto? —El nombre no le sonaba de nada.
—Lo siento. Tenía poco tiempo, así que tuve que ceder a sus demandas. De todos modos, nos vemos en la Colina Rocosa y te explicaré todo —Silvia: lo siento. Tenía poco tiempo, así que tuve que ceder a sus demandas. De todos modos, nos vemos en la Colina Rocosa y te explicaré todo.
—En camino —Ren: en camino.
Ren cerró la notificación y regresó sobre sus pasos en Ciudad de Erendia para poder teletransportarse a Aldea Llanura Rocosa y dirigirse hacia la Colina Rocosa.
En el camino, no podía dejar de pensar en qué quería decir Silvia con que no sería la líder de su propio grupo y que tenía prisa.
¿Y quién era ese Roberto del que hablaba?
Algo le decía a Ren que la Cueva de Vulcano se había vuelto aún más problemática para superar.