Los ojos de Morgrimm se movieron rápidamente cuando sintió la mirada de Azazel sobre él.
En un instante, sus ojos se encontraron, y el joven sonrió, enviando un escalofrío al núcleo de Morgrimm.
Hace mucho tiempo, miles de años atrás, Obsidian X y sus siete Señores de la Guerra atravesaron su pueblo para eliminar una amenaza que había afligido a los aldeanos con una plaga mortal.
En ese entonces, Morgrimm era solo un niño que no conocía al monarca. Mientras todos se arrodillaban, ofreciendo reverencia al Rey Demonio, Morgrimm se mantuvo firme, mirando intensamente.
Durante ese momento, Obsidian X lo notó, y los Ancianos y aldeanos se postraron, rogando al rey y a los señores de la guerra que perdonasen la insolencia de Morgrimm.
Sin embargo, Obsidian X simplemente los miró antes de sonreírle a él.
Sí... una sonrisa que, aunque habían pasado miles de años, todavía podía sacudir su núcleo hasta ahora.