—Dijeron en la advertencia que sería... extremo —añadió Ren—. Así que, nada de quejarse ahora~.
—¿Cómo iba a saber yo lo que querían decir con extremo... —se lamentó Leonel—. Deberían haber proporcionado un pequeño video de lo que nos esperaba.
—¿Verdad? —coincidió Nikolai.
—¿Dónde está la diversión en eso? —protestó inmediatamente Evie—. Habría menos impacto y experiencia de horror si todos supieran qué esperar.
—E-Evie... —Leonel quería llorar. ¿Cómo podía ser ella tan valiente?
Mientras charlaban, el grupo finalmente llegó a la última escalera de caracol que llevaba a la azotea.
Vieron rayos y escucharon los lamentos de criaturas, lo que les hizo detenerse.
Al ver que el grupo dejaba de moverse, Nano estaba perdiendo la paciencia y su rostro se torció de ira. Las costuras alrededor de sus labios se aflojaron, mostrando filas de dientes afilados y serrados. Su cabeza se duplicó en tamaño, con los cabellos de punta.
