—Ren no tuvo que buscar durante mucho tiempo, pues ya había encontrado a Evie entre la multitud —dijo él—. La chica era un imán para la atención. Incluso notó muchas miradas que se posaban en ella de vez en cuando, lo cual, por alguna razón, no le sentaba bien.
—Ren aceleró el paso —comentó—, pero se detuvo al ver al Orco al lado de Evie.
—¿Ragnar? —preguntó él.
—¿Por qué estaba Ragnar cerca de Evie?
—No me digas... Ren pensó... ¿Él es uno de los Orco en su grupo?!
—Ren cerró los ojos con fuerza y tomó un profundo respiro.
—Tranquilicémonos —murmuró para sus adentros—. Ragnar probablemente no lo reconocería solo con su voz.
—... Espero —siguió pensando.
—Ren se acercó a Evie, y al verlo, la cara estoica de Evie se rompió y floreció en una sonrisa, y todo el lugar se iluminó.