Los sentidos de Roy le decían que estaba siendo el objetivo, pero no podía ver si había alguien cerca ya que su visión estaba comprometida por las hierbas crecidas.
Se escucharon ruidos de hojas moviéndose.
Eran apenas audibles, pero Roy los oyó.
Cerró los ojos ya que por el momento eran inútiles y agudizó al máximo su sentido auditivo.
Los ruidos de hojas moviéndose le resultaban cada vez más claros.
Algo se movía a través del campo, acercándose a él, dedujo.
El agarre que tenía sobre la empuñadura de su espada se hizo más fuerte, y sus ojos se abrieron de golpe. Brillaban con una intención asesina. Viniera lo que viniera, enfrentarían el mismo destino.
Momentos después, las hierbas detrás de él se separaron y una figura verde salió disparada. Sostenía un arpón del tamaño de un hombre adulto.
¡Zumbido!
La nitidez surcaba el aire. Se podía ver el arpón dirigiéndose hacia la espalda de Roy. El primer ataque fue suficiente para segar la vida de una persona.