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[La misión "Triunfo Sobre el Abusón" ha sido activada.]
[Información de la Misión]
Yiran, un seguidor del hijo mayor de Badulf, había venido a buscar problemas con el tercer hijo del Conde Badulf. Yiran es de los barrios bajos. Había vivido en condiciones duras desde que era joven. Pero no se podía decir que su vida fuera dura. Era más fuerte que otros niños de su edad. Intimidaba a los de la calle, robando lo que ganaban mendigando. Había robado a incontables personas y matado a docenas, viejos y jóvenes, en el proceso. Quiere demostrar su lealtad al próximo conde dejando inválido a Roy. Al no poder llegar a Roy, dirigió su espada hacia su criada. Pero de alguna manera, ella sobrevivió. Pero él no es de los que se detienen después de una simple advertencia. Utilizará medios desleales para romper el último hilo de apoyo de Roy tan pronto como tenga la oportunidad. Y luego apuntará a Roy.
[OBJETIVOS]
-Derrotar a Yiran, el cruel.
[LÍMITE DE TIEMPO]
-1 Hora.
Esta misión ya no estará disponible para ti después de eso.
[RECOMPENSAS]
-100 EXP
-Caja Mini-Sorpresa
…
Después de que Arlo intervino entre ellos y los detuvo, Roy había perdido interés en luchar contra Yiran.
Pero después de obtener una misión que le daría un montón de EXP, su deseo de darle una paliza a Yiran no solo se reavivó, sino que también ardió hasta el cielo.
'Veamos sus estadísticas primero.'
[Has usado Percepción (Nivel 1) en Yiran.]
NOMBRE: Yiran Budeldon
Edad: 16 años y 4 meses
Nivel: Etapa de Templado Corporal Nivel 4
Salud: 12
Maná: 0
Fuerza: 12
Resistencia: 8
Agilidad: 7
Percepción: 5.4
Aguante: 12
Defensa Física: 2.4%
Anulación de Daño Mágico: 1.34%
+2
Percepción (Nivel 1) (3/100 EXP)
Simplemente inspeccionar a un aprendiz en templado del cuerpo le había dado 2 puntos para la habilidad. ¡Qué suerte!
'No es gran cosa. Sus estadísticas son similares a las de un goblin/duende. Quizás es porque es el lacayo de mi mayor. No hay necesidad de retraerse frente a este cerdo.'
Roy hizo su juicio y se preparó para la batalla.
—¿A dónde crees que vas? —Se quitó el guante y lo lanzó a Yiran tan rápidamente y con tal suavidad que nadie pudo reaccionar a tiempo. Solo pudieron seguirlo con la mirada. Con la boca bien abierta, vieron cómo volaba por el aire y golpeaba al objetivo en la parte trasera de su cabeza antes de deslizarse hacia abajo.
Yiran dejó de caminar. Giró el cuello hacia un lado y miró a Roy por encima del hombro, el deseo de devorarlo vivo encendiendo sus ojos marrones de rojo.
—...¿Qué significa esto? —dijo entre dientes apretados.
—¿Eres tan analfabeto que no sabes cómo los hombres de estatus emiten un desafío? ¡Recógelo si eres hombre! Luchemos con nuestro honor en juego. —Roy apuntó su espada hacia Yiran, instándolo a comportarse como un hombre y a luchar con él.
Los nobles podían emitir un desafío a cualquiera golpeándolos con sus guantes. En realidad, no era necesario golpear. Solo lanzarlo cerca de alguien era suficiente. Pero Roy quería sacudir a su oponente antes de la batalla. Por lo tanto, eligió golpearlo.
Yiran se agachó y recogió el guante que había mantenido cálida la mano de Roy y que tenía el insignia de Baldwin en él.
—Yo... acepto. —dijo.
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Arlo intervino entre ellos.
—¿Sabes lo que significa semejante batalla? El ganador puede pedir al perdedor que haga cualquier cosa, excepto quitarle la vida. Y el perdedor debe cumplir o pagar con su vida. ¿Están seguros de que quieren hacer esto?
—Sí —respondió Roy con calma.
—Yo también —añadió Yiran.
Arlo pidió a la gente que les diera espacio. Todos se echaron hacia atrás. No sabían por qué Roy había desafiado con tanta confianza a un aprendiz en el cuarto nivel de la etapa de templado corporal. Pero pronto iban a averiguarlo.
Arlo miró al joven de cabello castaño sin mucha amabilidad. —¿Qué harás que el perdedor haga si ganas?
—Si yo ganara, quiero que el señor Roy me entregue a su criada y que nunca vuelva a este lugar a disgustarnos con su esgrima de nuevo —Yiran miró a Roy desafiante. Luego dirigió su mirada hacia Amelia. Recorrió su mirada de cabeza a pies. 'Tiene una cara bonita. No estaría mal estrangularla mientras saboreo su dulzura', pensó.
Amelia retrocedió unos pasos ya que él la disgustaba hasta el extremo.
Roy se interpuso entre ellos, impidiéndole mirar más a su pobre criada.
Los espectadores no se ofendieron por lo que dijo. Estos eran tiempos en los que las mujeres eran botines de guerra y también de batalla. No era raro ver tales eventos en el imperio. Ocurría bastante a menudo en el pasado. Y todavía ocurre de vez en cuando.
Arlo dirigió su mirada a Roy. Pero era más amable, a diferencia de cuando miraba a Yiran. —¿Y tú?
Roy curvó sus labios en una sonrisa. Pero detrás de esa cara sonriente estaba un asura. Lo que él iba a hacerle a Yiran sería, por decir lo menos, horroroso. —Declararé mi deseo después de arrastrarlo cerca de la puerta de la muerte.
Arlo y algunos caballeros no pudieron evitarlo. Se rieron entre dientes. Este mocoso sí que tiene una lengua afilada, como su criada.
—Dijo la persona que nunca ha sido entrenada para luchar —Yiran hizo una línea en el suelo con una espada y luego avanzó más allá de ella. —Si me empujas más allá de esta línea, será derrota. ¿Qué te parece?
Su confianza no era sin razón. Para todos los presentes, estaba bastante claro que Roy aún no había comenzado a templar su cuerpo. ¿Una persona tan débil... cómo podría ganar contra un aprendiz que estaba en la cúspide de la tercera etapa de templado corporal? ¡Simplemente no había manera!
—Desafío aceptado. Solo no te arrepientas después de que pierdas —Roy recibió su provocación con los brazos abiertos. Podría avanzar de nivel en cualquier momento. Todos se iban a sorprender.
—Bien, pueden comenzar a luchar después de que cuente hasta tres —anunció Arlo.
—Espera —interrumpió Roy.
—¿Sí? —preguntó Arlo.
—Quiero decirle una palabra a mi criada —Roy giró ligeramente hacia Amelia, esperando la oportunidad de hablarle en privado.
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—De acuerdo, puedes hacerlo —Roy fue hacia su criada y le susurró algo en el oído.
Lo que sea que le dijo la hizo mirarlo avergonzada.
—Pero no tengo mucho conmigo —había botones dorados en su camisa. Los arrancó y se los dio.
—Entonces usa estos.
…
—1… 2… 3… ¡Pueden empezar! —Arlo señaló el inicio del combate después de contar de uno a tres.
Roy no se movió. ¿Qué tan alta era su agilidad? Solo un punto. No tenía sentido acercarse a su oponente a paso de tortuga. Solo haría el ridículo si lo hacía. Permaneció quieto. Más bien, fue Yiran quien corrió hacia él como un toro enfurecido. No podía esperar para azotarlo hasta convertirlo en una oveja dócil. Hoy, su lengua estaba como en fuego. Quería apagar ese fuego. Su espada salió disparada, apuntando directamente a la cara de Roy. Pero Roy la bloqueó con su espada.
—Solo una casualidad —Yiran lo atacó tres veces más. La primera vez, su espada apuntó al hombro izquierdo de Roy. Roy golpeó la punta de su espada con suficiente fuerza para cambiar su trayectoria. Se alejó en lugar de alcanzarlo. Inmediatamente después, Yiran trajo su espada hacia abajo en el riñón derecho de Roy. Pero eso también fue parado por Roy. La tercera vez, empujó su espada de madera en dirección a su pecho. Pero antes de que pudiera alcanzar su objetivo, Roy hizo que su punta apuntara al cielo al golpear su superficie inferior con una espada propia.
En este momento, cuando Yiran se quedó indefenso, Roy hizo su movimiento. La espada que cortó a su oponente encontró solo aire, sin embargo, ya que Yiran se deslizó más allá de ella. Al hacerlo, redujo la distancia entre ellos. A una distancia tan corta, era casi imposible para Roy esquivar su ataque. El quito ataque que realizó desde el principio de la batalla aterrizó en Roy, empujándolo hacia atrás unos pasos.
[El ataque de un aprendiz de templado corporal de 4ª etapa aterrizó en ti, templando tu cuerpo en .4 puntos.]
[Pierdes 0.2 PS.]
¿Qué demonios?
Roy no estaba soñando. De verdad aparecieron dos pantallas azules en el borde de su visión, apenas perturbándolo. ¿Podría templar su cuerpo dejándose golpear por otros? ¡¿Por qué no se lo dijo antes!! Solo le faltaban 6 puntos para entrar en el primer nivel de templado corporal.
—¿Te gustó eso? —Hay más de dónde vino eso —dijo Yiran en un tono que significaba que lo estaba mirando por encima del hombro.
Roy le sonrió y respondió como un masoquista verdadero, —Ohh, me gusta mucho eso. Pégame más.
—Asqueroso —Yiran arrugó la nariz como si oliera mierda.